Expertos advierten poca información respecto a cómo prevenir la obesidad infantil

Si bien existen variados estudios que comprueban que el sobrepeso y la obesidad tienden a iniciar en la infancia, hay pocos estudios que señalan cómo pediatras y padres pueden prevenir esto.

Mientras que existen pruebas sólidas de que la tendencia a desarrollar sobrepeso u obesidad comienza en la infancia, o quizás en el útero materno, casi no hay información sobre cómo los pediatras pueden intervenir para evitar que sus pacientes engorden.

"Hubo una pausa en la investigación en este tema", opinó el doctor Russell L. Rothman, del Centro Médico de la Vanderbilt University y de la Escuela de Medicina de Vanderbilt, en Nashville.

"Gran parte de los estudios realizados no fueron muy rigurosos (...) No nos aportan pruebas sobre qué hacer con los niños de esa edad", dijo el autor principal del estudio.

Un cuarto de los preescolares son obesos, apunta el equipo de Rothman en la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.

"Los resultados de los estudios observacionales sugieren que la exposición a un ambiente obesogénico comienza en los dos primeros años de vida", señalaron los autores.

El equipo revisó la literatura médica y halló 12 artículos sobre 10 estudios que reunían sus criterios de inclusión: ocho analizaban intervenciones educativas y dos combinaban educación nutricional con actividad física. Dos se habían realizado en los hogares, tres en las clínicas, cuatro en las aulas y uno en una combinación de ambientes. La mayoría había durando menos de seis meses.

Mientras que algunos estudios mostraban un "éxito modesto" en la mejoría alimentaria y las actitudes/el conocimiento de los padres, ninguno había logrado modificar el peso de los niños.

Según una escala de calidad de 0,00 a 2,00 (0,00-0,99 = malo; 1,00-1,49 = regular, y 1,50-2,00 = bueno), el resultado promedio para los estudios revisados fue de 0,86 (variación de entre 0,28 y 1,43).

Por ahora, escribe en un editorial sobre el estudio el doctor Robert C. Whitaker, de la Temple University, en Filadelfia, los pediatras pueden ayudar a los padres a modificar conductas en la infancia, como la alimentación, el juego y el sueño.

Por ejemplo, explica Temple, pueden alentar a los padres a optar por la lactancia materna, servir tamaños de porciones adecuados y evitar darles a los hijos bebidas endulzadas.

Además, los pueden orientar a pasar más tiempo al aire libre y no sobreutilizar dispositivos como los asientos de seguridad para los automóviles y los cochecitos de paseo.

Por último, ayudar a los niños a dormir lo suficiente a través de las rutinas, y no colocar la televisión en el cuarto de los niños o poner a dormir al bebé con una mamadera, ayudaría a que los niños mantengan un peso saludable.

El equipo de Rothman lanzó un estudio en cuatro ciudades para reunir a 1.000 familias de recién nacidos y seguirlos hasta los 2 años de edad.

Además, está entrenando a residentes de pediatría para explicarles a los padres participantes varios enfoques que ayudarían a reducir el riesgo de obesidad.

"Estos estudios son realmente necesarios para comprobar que si se resuelven estos problemas obtendríamos una reducción de la epidemia de obesidad", dijo Rothman.

"Es un gran desafío lograr que padres y médicos reconozcan que es necesario prevenir la obesidad a una edad tan temprana. No podemos esperar hasta que los niños sean más grandes y empiecen a resolver el problema", añadió el experto.

Publicado el 09/12/10
Fuente: La Tercera


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